TRISTE REALIDAD
Yanibel Hurtado Vargas
(Reportaje)
La prosa resulta corta para describir la triste imagen que deja la basura en las calles de Ayacucho. Casonas y centros comerciales tienen que competir con los montículos de basura, hedionda y nauseabunda, que aleja toda intención de acercamiento de un eventual visitante o de los mismos pobladores, temerosos de ser agredidos por los perros que pululan entre los desperdicios arrojados por algún inconsciente que se cree “vivo” por contaminar el ambiente, aprovechando la oscuridad y el silencio de la noche.
Al transitar por nuestras céntricas calles huamanguinas de inmediato uno se encuentra cara a cara con el problema más grande a nivel mundial, la basura.
Da mucha tristeza salir a la calle y ver toda la basura que hay en las esquinas, áreas verdes, huecos de postes y árboles y en pleno centro de la ciudad. Nuestra Huamanga, tan hermosa, la estamos convirtiendo poco a poco en un gran basurero y ahí vivimos, eso respiramos, eso mismo ofrecemos y compartimos con nuestros amigos visitantes y familiares, pero lo más grave de todo, es que nos estamos acostumbrando a ver nuestras calles y nuestra ciudad sucia y mal oliente no hacemos nada por evitarlo, a pesar de conocer y saber los riesgos a los que estamos expuestos.
Es asqueroso ver los mercados, basura rodeando cada uno de sus ángulos. Un ejemplo de ello es nuestro gran mercado mayorista Nery García donde las moscas se confunden con las abejas que rodean la miel y las verduras que luego usted la compra para preparar un ¿exquisito y suculento almuerzo? Guácala, y eso usted y yo consumimos.
La basura no solo trae moscas a los mercados; sino, de vez en cuando se puede observar una rata muerta en el centro de la vía, ésta aplastada por un ómnibus que pasó por el lugar; otro roedor pernocta en la puerta de la sección de carne, con unas pequeñas hormigas rojas que la devoran de poco.
Nery García, es hoy, es un lugar desagradable a los ojos de muchos, ya que si uno hace compras en ella regresa con la sensación de que está contaminado; aun así gente de distintas edades concurren masivamente para realizar sus compras de la semana, de repente alguien por ahí advierte la presencia de un canino que arrastra unos pedazos de tripa que arrebató a un descuidado comprador, o quizá a un vendedor. Esta es nuestra triste realidad.
Los desperdicios no solo se concentran en nuestros mercados , sino también en lugares céntricos de nuestra ciudad, es el caso de nuestro parque Sucre que guarda consigo historia y basura apestosa por sus esquinas, lamentable la situación, y frente a ello no hacemos ni decimos nada. ¡Ah! Ni que decir del Jr. 28 de julio bolsas y más bolsas de desechos; este jirón completamente disfrazado de mugre. Por esta misma vía observo a un muchachito de unos 14 o 15 años que trae entre sus largos dedos un pedazo de torta; mordida tras mordida la termina y arroja el papel en pleno trayecto ¡que inconciencia! Acaso no sabemos que de poco en poco podemos hacer cerros de basura?
Este tema involucra a todos los agentes de la sociedad, por ello los colegios, universidades e institutos no se salvan de la responsabilidad de cuidar y preservar el ecosistema. Muchas veces buscamos culpables frente a problemas económicos, de infraestructura, pero la crisis de nuestra comunidad no sólo se debe a estos factores, sino que responde a problemas medioambientales, por ello es necesario tomar conciencia de nuestros actos y usar adecuadamente esos relucientes tachos de basura que encontramos en los jirones y avenidas.
¿BASURA EN TONELADAS?
Nuestra huamanga ya no es la de antaño, su población ha crecido demográficamente, así lo indica el último censo nacional de 1993, por ello las actividades como el comercio y la industria se han incrementado, por tanto la generación de basura es inevitable: bolsas, latas, desperdicios de comida, cosas que ya no usamos ni queremos, botellas, telas, etc. en volúmenes grandes.
Según informes y estadísticas de la gerencia de saneamiento ambiental el distrito de Ayacucho produce 54 toneladas de basura diaria, a esto se suma la basura que produce los distritos metropolitanos como Jesús Nazareno, San Juan Bautista, entre otros; haciendo un total de 74 toneladas diarias de lo supuestamente inservible.
Producimos toneladas de basura que ya no sabemos donde depositarla, así hemos convertido nuestra gloriosa plaza, nuestras calles y mercados en botaderos públicos, donde el montón de basura se confunde con la tierra y algunos arbustos; la gente indiferente de vez en cuando mira indignado, o lanza un leve suspiro condenando a aquel que arrojó esas bolsas negras, o simplemente ni se dan cuenta que estamos rodeados de inmundicia.
Yaki, una niña de casi 9 años, cabellos ondeados alborotados y tez blanca transita por el Jr. Asamblea, de repente oigo cuando murmura “ya estamos acostumbrados de ver todas las mañanas basura por todo lado ¿que podemos hacer?”, esa mañana pensé y repensé en lo que mis oídos escucharon y dije: con este tipo de pensamientos será muy difícil, pero no imposible, ganar la guerra a la mugre que enluta y entristece a la ciudad; de seguro te ha tocado ver y escuchar este tipo de comentarios, los cuales sólo te causó indignación, pero no hay que olvidar que en nuestras manos está construir una ciudad limpia y saludable, nosotros como parte de esta sociedad somos los únicos responsables de cambiar y revertir esta situación ya que cuidando nuestra casa estamos haciendo educación ambiental.
¡RECOLECTORES EN ACCIÓN!
Cuando los primeros rayos del sol anuncian que ha amanecido los trabajadores de limpieza salen a barrer las calles, los carros con un sonido típico anuncian que es hora de recoger toda la inmundicia, entonces la gente presurosa corre a sacar los tantos costales que ha juntado, es cuando las calles quedan casi libres de tanto desperdicio.
Jonás Quispe es uno de los tantos trabajadores que se dedica al recojo domiciliario de la basura en el sector de maravillas, con voz seria y ronca comenta: “es triste ver que la gente bota lo que aun sirve; además mezcla lo que puede servir de abono en las chacras con las cosas contaminantes como las botellas de plástico ” ;mientras que Justo de 48 años irrumpe diciendo:”es un riesgo para nosotros estar en contacto con la basura porque podemos adquirir enfermedades que inclusive pueden acabar con nuestra vida, como la hepatitis” , en sus palabras se pueden percibir angustia y preocupación, ya que cuenta con un pobre equipo de protección sanitaria.
Sin embargo la municipalidad mediante sus trabajadores sólo ha podido recoger una parte de toda la basura que produce la ciudad.
Pero, el mantenimiento de nuestra cuidad no sólo es responsabilidad de quienes se dedican a la limpieza pública, sino que compete a toda la población en su conjunto, puesto que somos nosotros los primeros contaminadores de los suelos, aire y ríos, entonces seamos los primeros en preservar la naturaleza.
¡BASURA ÚTIL!
El destino final de los desechos sólidos está ubicado a 40 minutos de la ciudad de Huamanga, cuyo nombre es Uchuy Cruz- Mollepampa, perteneciente al distrito de tambillo. Todo lo que se junta, o lo que se puede juntar se va a depositar a este cerro árido y sin vegetación de la ciudad.
Sin duda alguna, para conocer el lugar, con un sombrero celeste en la cabeza, me dispuse a visitar el relleno; para ello pedí ayuda a un carro recolector, el cual me lo negó argumentando que no tenía autorización; en cierto modo mis ganas fueron mas fuertes que un simple NO; así que pedí ayuda a otro carro, que ya lleno de impurezas, se disponía a subir al cerro. Con amabilidad Don Francisco me llevó al lugar. Grande fue mi sorpresa al llegar, porque vi lo que dijera Julio Ramón Riveyro “los gallinazos sin pluma”, eran hombres y mujeres que rápidamente llenaban costales y costales con botellas de plástico, bolsas, caucho, unos libros casi útiles, pequeños juguetes incompletos entre otras cosas que todavía sirven.
Ahí encontré a una anciana de rostro pálido y agobiado que me dijo: “todas las mañanas espero ansiosamente la llegada del carro recolector, porque siempre hay algo nuevo que recoger, entonces corro y busco las latas, las botellas y de vez en cuando encuentro algo curioso como una pequeña muñeca que fue arrojada porque le falta un brazo o un par de zapatos que todavía pueden usarse; es un día pesado, pero ahí estoy; siempre salgo de mi casita orando a mi diosito y gracias a él todavía no he contraído ningún tipo de enfermedad”, palabras claras de doña Santosa Quispe, natural del distrito de tambillo , que a sus sesenta años se dedica al reciclaje en el relleno sanitario de Huamanga.
Moisés también se dedica a este oficio: “tengo años trabajando en el lugar, juntamos lo que podemos y luego lo vendemos en el jr. Cusco. La mayoría de las cosas que la gente bota todavía sirven, se remodela y se vende nuevamente, o se manda a una fábrica de la capital y elaboran con ellos nuevos productos.”Señala, mientras sus manos ágiles separan lo que juntó.
Todo lo que se menciona es lo que conocemos con el nombre de “reciclaje” ¿será ello una solución para reducir la contaminación?, pues claro que sí, la gente está aprendiendo que hay cosas que pueden ser recicladas y eso es lo que hace Doña Santosa y Moisés, que diariamente sin horario ni cansancio seleccionan lo orgánico de lo inorgánico en el relleno sanitario de huamanga, pero poniendo en riesgo su salud con tal de llevar el pan a sus hogares.
La basura que usted arroja, porque piensa que ya no sirve, es útil, y quien sabe que usted mismo compra algo que fue simplemente reelaborado, porque a partir de ello se pueden crear nuevos y novedosos trabajos, reduciendo así las toneladas de basura que se va al basurero de Huamanga.
¿ES TUYO?
Huamanga es tuyo, es la tierra que te vio nacer cuídala y demuestra tu cariño hacia ella, no permitas que las calles se trasformen en mounstros de suciedad y pestilencia, seamos buenos ciudadanos y enseñemos al resto que aquí vivimos, y por tanto debemos contribuir en su desarrollo saludable, así evitaremos múltiples enfermedades y seremos el ejemplo a seguir de los demás departamentos.